"Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo."
Thomas A. Edison
Todo el mundo quiere ver cómo el país le resuelve, desde los que se meten en un terreno ajeno, los que cierran las calles y los legisladores, bueno, los diputados tienen más suerte, el Presidente reparte el dinero que no es suyo a manos llenas. Creo que ya se los he dicho, para que hagan todo loque quiere el Presidente, mejor que legisle por decreto.
'Un insulto'
Carmen Boyd Marciacq y Leydis Rivera
Nación
El Siglo, 1 de enero de 2007
"Para nada se justifica el llamado a sesiones extraordinarias, ya que no sólo le costará al Estado cerca de millón y medio de dólares, sino que es un insulto ante tanta pobreza el discutir un tema que bien debió darse dentro del período ordinario, para permitir una mayor discusión dentro de la sociedad civil", señaló el catedrático Miguel Antonio Bernal.
Según declaró Bernal a El Siglo, este llamado a sesiones extraordinarias constituye una manera de evadir las responsabilidades que tanto el Órgano Ejecutivo como el Legislativo debieron cumplir durante el año. "Hay que tomar en cuenta que no sólo es el pago a los diputados, sino también a los suplentes y a todo el personal de la Asamblea que deberá trabajar ese tiempo", dijo el catedrático.
Agregó que, a su parecer, existe un estado de entreguismo de la Asamblea hacia el Ejecutivo, aún cuando se debería tratar de un Órgano totalmente independiente. "Es un sector fuertemente cuestionado, el que ahora decide discutir temas tan importantes como la reforma Legal y Procesal", sentenció Bernal.
No son necesarias
"No es necesario realizar sesiones extraordinarias desde el punto de vista económico, ya que la situación de pobreza en el país es crítica", indicó a El Siglo el empresario Felipe Rodríguez, quien, sin embargo, señaló que es cierto que los órganos del Estado deben mejorar.
"Hay que hacer cambios, pero los temas a tratar deben ser en sesiones ordinarias porque el debate debe ser más amplio, como lo es el caso de la Ley del Transporte y la posible creación de la Sala Quinta", dijo.
Rodríguez agregó que el costo de estas sesiones es muy onerosa para el Estado, además que los diputados tienen que cumplir con otras obligaciones en sus comunidades, por lo que no es razonable tratar temas a la ligera y en sesiones convocadas a última hora y a la carrera.
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COMENTARIO DE "LA CARTA DE PANAMA"
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La impresión general que se desprende de lo que se cuenta sobre las actuaciones de la Asamblea es que está manejada por personas deshonestas cuyo principal objetivo es ganar más dinero para sus ya abultados bolsillos y después legislar. Sin perjuicio de manejar el proceso de legislar de modo que haya excusas para extraer más dinero para su provecho personal. En resúmen, la sinvergüenzura es lo que está detrás de la máscara de cada diputado.
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