domingo, noviembre 26, 2006

Notitas de salud

El cáncer de pulmón se escribirá pronto con nombre de mujer

Cada año fallecen a causa de esta enfermedad en nuestro país unos 17.000 varones y unas 2.000 mujeres, situación que los expertos advierten va a cambiar, ya que se espera que en 20 años el cáncer de pulmón sea más frecuente que el de mama entre las españolas.


Este noviembre es el Mes de Concienciación del Cáncer de Pulmón (November is Lung Cancer Awareness Month). Se trata de una iniciativa puesta en marcha por la Coalición Global sobre Cáncer de Pulmón (GLCC), que agrupa a asociaciones de pacientes afectados por este tipo de tumor de países de todo el mundo, con el fin de informar y concienciar sobre esta enfermedad. El cáncer de pulmón es uno de los más frecuentes en el mundo, con un incremento anual del 0,5 por ciento. En la Unión Europea cada año se diagnostican entre 150.000 y 160.000 casos en varones y entre 38.000 y 40.000 en mujeres, siendo, además, uno de los tumores de peor pronóstico, ya que la mayoría de los casos se diagnostica cuando la enfermedad está diseminada.

En el caso de España, las cifras son de unos 20.000 diagnósticos nuevos de cáncer de pulmón cada año. En cuanto a la mortalidad, los estudios indican que anualmente fallecen por esta enfermedad unos 17.000 varones y unas 2.000 mujeres en nuestro país. Y es que los expertos destacan que como la mayoría de los síntomas se manifiestan tarde, muchos casos se detectan en fases avanzadas, cuando la enfermedad ya se ha extendido a otras partes del cuerpo. En estos casos, no más del 10-15 por ciento de los pacientes consigue sobrevivir más de cinco años tras el diagnóstico, y la mayoría fallece en los seis meses posteriores al diagnóstico. Además, ahora se añade un nuevo problema. Y es que, los expertos advierten que el perfil de la persona que sufre un cáncer de pulmón, mucho más frecuente en hombres que mujeres, cambiará en los próximos años. Así, en Estados Unidos, la mortalidad de este tumor ya es en ellas mayor que la de mama y los expertos auguran que algo parecido pasará en España en los próximos 20 años. La razón de ese cambio en nuestro país es la incorporación tardía de la mujer al consumo de tabaco.

La causa: el temible tabaco
Los expertos lo tienen claro, si todos los fumadores dejasen el hábito, la mortalidad por este cáncer de pulmón se reduciría en torno a un 40 por ciento. Por ello, defienden las compañas de sensibilización contra el tabaco como el instrumento más eficaz para reducir la mortalidad por este tipo de tumor.

Sobre ello hablaron expertos como el profesor Alfredo Carrato, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en la reciente presentación del “Manual de Cáncer de Pulmón”, realizado por miembros de esta sociedad médica. Así, este experto destacó que el efecto "devastador" del tabaco en todos los órganos por los que pasa y recordó que el humo contiene más de 200 sustancias carcinogénicas. Por ello, insistió en que “la prevención de este tipo de tumor es lo más rentable”, ya que el fumador tiene veinte veces más riesgo de desarrollar la enfermedad, y el riesgo aumenta a tenor del tiempo durante el cual se ha fumado y el número de cigarros consumidos al día.
Asimismo, los expertos advierten también que el tabaquismo pasivo también es un factor de riesgo. En este sentido, el doctor José Andrés Moreno Nogueira, coordinador del Manual señaló que “hoy por hoy, la única manera de prevenir la aparición del cáncer de pulmón es dejando de fumar. Lo demás es anecdótico. Si la gente dejara de fumar, se evitaría más del 90 por ciento de los cánceres de pulmón actuales. Este es un beneficio aplicable a los que no han fumado pero también a los que están fumando. No obstante, se requiere que transcurra al menos una década para que el riesgo del ex fumador se iguale al de aquel que no ha probado el tabaco”. Sobre el futuro efecto de la ley antitabaco, los oncólogos coinciden en que es demasiado pronto para calcular los beneficios de la norma. “Los datos se recogen 20 años después. Los resultados de cualquier campaña de prevención en cáncer de pulmón son siempre a largo plazo”, si bien, recomiendan el cambio de la normativa de forma que en los espacios públicos no se pueda fumar "y quienes no quieran estar expuestos a esa sustancia se les garanticen espacios libres de humo".
Desconocimiento sobre la enfermedad
Sin embargo, y a pesar de las nuevas normativas antitabaco y las campañas de concienciación, existe todavía un gran desconocimiento en torno a esta enfermedad, algo que se ha puesto de manifiesto gracias a los resultados de una encuesta hecha a enfermos y población general para saber hasta qué punto unos y otros conocen este proceso oncológico. La encuesta se realizó a 1.250 ciudadanos sanos y a 150 enfermos de cáncer de pulmón de Francia, España, Italia, Alemania y Reino Unido. Rellenaron el cuestionario personas de ambos sexos y distintas edades (todos tenían más de 30 años), y todos los pacientes encuestados reciben actualmente algún tipo de tratamiento. En general, los resultados muestran que los ciudadanos no conocen bien la gravedad de este problema de salud.
De hecho, un 40 por ciento de los encuestados cree erróneamente que el cáncer de mama es más frecuente que el de pulmón, pese a que sólo en Europa causa cada año la muerte de 342.000 personas (937 al día). Además, uno de los datos más relevantes pone de manifiesto que el 70 por ciento de los pacientes europeos que en la actualidad luchan contra un cáncer de pulmón nunca había considerado esta enfermedad como una amenaza que pudiera afectarles. Según el doctor Jesme Fox, director médico de la Fundación sobre Cáncer de Pulmón Roy Castle y secretario de la Coalición Global sobre Cáncer de Pulmón (GLCC), que ha promovido esta encuesta, “el cáncer de pulmón no se conoce bien entre la población pese los riesgo que eso conlleva. En personas de alto riesgo, caso de los fumadores, es necesario que estén atentos a síntoma indicativo que algo va mal. Ante una posible señala de alarma, hay que acudir al especialista”.
La importancia de un diagnóstico temprano
A diferencia de lo que sucede con otros tumores frecuentes como el de mama, colorrectal o próstata, en el caso del de pulmón resulta complicado lograr un diagnóstico precoz. Así, según los expertos, menos del 30 por ciento de los pacientes tiene la enfermedad localizada en el pulmón. A la mayoría, más de 70 por ciento, se les detecta ya en fase avanzada Por ello es tan importante una detección temprana para mejorar el pronóstico. Eso significaría que el tumor está localizado y, por tanto, serían mayores las posibilidades de tener éxito con la cirugía y la radioterapia. Y es que hasta un 70 por ciento de los pacientes diagnosticados en fases iniciales no ha fallecido al cabo de cinco años y en algunos casos es posible la curación. Sin embargo, otro de los problemas que dificultan este pronto diagnóstico es el hecho de que el cáncer de pulmón puede manifestarse de muchas formas. En algunos enfermos se presenta con una tos persistente o una ronquera. También puede ser experimentando un dolor concreto como un lumbago, perdiendo peso o sufriendo una neumonía, etc. Un ejemplo de ello es que casi la mitad de los enfermos encuestados en estudio ante mencionado informó de que su diagnóstico fue casual, durante una visita rutinaria al médico por otra razón. A este respecto, el doctor Moreno Nogueira señala que “no contamos, como sucede con otros tumores, con una prueba fiable que nos sugiera la presencia de la enfermedad en fases precoces. Eso no significa que no pueda surgir en el futuro, sobre todo en personas de alto riesgo, como los fumadores. Sería en esa población de riesgo donde un screening podría lograr los mayores resultados”. En este sentido, recientemente un estudio internacional ha demostrado que un TAC en fumadores podría aumentar la detección temprana de la enfermedad. A este respecto el profesor Vicente Alberola, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia, asegura que aunque hay ciertas expectativas con el TAC de alta resolución y baja irradiación, “el empleo generalizado de esta herramienta con esa finalidad sólo será una realidad si se confirma que su uso se traduce en una reducción de la mortalidad. Son pruebas caras cuya utilización sólo puede justificarse si ofrece un beneficio sobre la supervivencia”.
Tendencias terapéuticas
Una vez conocido el estadio en el que se encuentra la enfermedad, según destacan los expertos, se valora si el paciente es candidato a la cirugía o si pasa directamente a los servicios de oncología para el tratamiento con quimioterapia. En el caso de los pacientes candidatos a la cirugía, el doctor Moreno Nogueira señala que cobra valor aplicar quimioterapia tanto después como antes de la cirugía. “Antes para reducir el tamaño del tumor y después para reducir los residuos”, precisa. No obstante, el 80 por ciento de todos los casos va a requerir en un momento determinado un tratamiento global bien porque el diagnóstico se produce en fase avanzada de la enfermedad, bien porque se produce una recaída. En este sentido, el profesor Alberola asegura que la estrategia de combinación de intervenciones (cirugía, radioterapia, quimioterapia, nuevas moléculas selectivas) está detrás del aumento de la supervivencia lograda en los últimos años. “Los conocimientos en biología molecular están permitiendo la incorporación de nuevos fármacos al arsenal terapéutico. El futuro pasa por la individualización del tratamiento sabiendo en qué pacientes la respuesta puede ser mayor, sobre todo con las nuevas armas biológicas. De ese modo se evita tratar innecesariamente a pacientes en los que no se va a lograr beneficio alguno”, destaca. Así, destacan las nuevas líneas de investigación evaluando el potencial de las nuevas dianas y medicamentos con un mecanismo de acción distinto a la quimioterapia. Es el caso de inhibidores de la señal de transducción, inhibidores de la angiogénesis y de los fármacos que bloquean el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR). En este sentido, el doctor Moreno Nogueira cree que los mayores avances vendrán de la mano de “la clasificación molecular del cáncer de pulmón. Eso permitirá saber que pacientes con determinadas mutaciones en su material genético responden mejor a esquemas de tratamiento específicos. La valoración molecular de los pacientes abre la puerta a las estrategias individualizadas”. En cuanto a la visión de los pacientes sobre el tratamiento del cáncer de pulmón, un estudio sobre preferencias del paciente con cáncer de pulmón reveló hace unos años que sólo el 22 por ciento de los enfermos elige la quimioterapia para ganar una supervivencia de tres meses; el resto opta por un tratamiento exclusivamente paliativo si mejora la calidad de vida aunque no incremente la supervivencia. “En una enfermedad como el cáncer de pulmón, con una mortalidad tan alta, la calidad de vida es una prioridad, un factor muy a tener en cuenta. El control de los síntomas, los efectos secundarios y la capacidad funcional del paciente no pueden ser elementos subordinados únicamente a lograr un poco más de supervivencia. Es algo que debe valorarse”, explica el profesor Alberola.

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