Pienso que es una pena que Panamá pueda ser recorrida casi de un extremo a otro en menos de 24 horas. Lo digo porque no son pocas las películas que muestran a un grupo ya sea familiar o de amistad, recorriendo un camino de dos o tres días y "encontrándose" durante el camino.
Aunque no da claves de cuál será el futuro de los integrantes del clan familiar en Little Miss Sunshine, el viaje de dos días para acompañar a la candorosa niña de 7 años a un no necesariamente candoroso concurso de belleza infantil, representó un antes y el inicio de un después en sus vidas, pero es una senda que cada cual resolverá a su modo aunque unidos por los siempre fuertes lazos familiares.
La película con su humor negro arrasó en el Sundance Film Festival el año pasado, asegurando el más alto contrato de distribución (apenas 10 millones de dólares) y obteniendo dos óscares en su recorrido. Otra pena es que aunque pensé que tendría que bucearlo en algún Rent a Video, lo ví el fin de semana en un bus rumbo al interior donde la mayoría hubiera preferido seguir viendo los "Juan Productions" a una película ganadora de óscares. Tal vez la bucee de todas maneras para poder verla como se merece.
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