martes, febrero 06, 2007

Notitas Sueltas - Dialogo interreligioso

El diálogo interreligioso es vital para el mundo actual, asegura el Papa
Al recibir a la «Fundación para la Investigación y el Diálogo Interreligioso e Intercultural»

CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 1 febrero 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI está convencido de que la investigación y el diálogo interreligioso no son una opción, sino una necesidad vital para el mundo actual.

Así lo constató este jueves al recibir en audiencia a los miembros de la «Fundación para la Investigación y el Diálogo Interreligioso e Intercultural» («Foundation for Interreligious and Intercultural Research and Dialogue»), surgida en 1999, que tiene entre sus miembros fundadores al cardenal Joseph Ratzinger.

En el encuentro estaban presentes sus primigenios impulsores, el príncipe Hassan Bin Talal de Jordania; el antiguo gran rabino de Francia, René-Samuel Sirat, así como el presidente de la Fundación, el metropolita Damaskinos de Andrinópolis, obispo ortodoxo.

«Repito con insistencia», dijo el Papa en un encuentro con los representantes religiosos con los que ha colaborado en el pasado: «la investigación y el diálogo interreligioso e intercultural no son una opción, sino una necesidad vital para nuestro tiempo».

La fundación, como recordó el obispo de Roma, trata de buscar «el mensaje más esencial y más auténtico que pueden dirigir al mundo del siglo XXI las tres religiones monoteístas, a saber, el judaísmo, el cristianismo y el islam».

En la audiencia, el metropolita Damaskinos entregó al Papa el primer logro de esta Fundación: la edición conjunta, en su idioma original y según el orden cronológico, de los tres libros sagrados de las tres religiones monoteístas, la Torá, la Biblia y el Corán.

«La relectura y, para algunos, el descubrimiento de los textos que son sagrados para tantas personas en el mundo nos obligan al respeto mutuo, en el diálogo confiado», explicó el Santo Padre en su discurso pronunciado en francés.

«Los hombres de hoy esperan de nosotros un mensaje de concordia y de serenidad, y la manifestación concreta de nuestra voluntad común de ayudarles a realizar su aspiración legítima a vivir en la justicia y en la paz».

«Tienen el derecho de esperar de nosotros un signo fuerte de una comprensión renovada y de una cooperación reforzada», aclaró.

El Papa invitó a los miembros de la Fundación, «a la luz de nuestras tradiciones religiosas y de nuestras sabidurías respectivas» a «discernir los valores capaces de iluminar a los hombres y mujeres de todos los pueblos de la tierra, independientemente de su cultura y religión».

«De este modo, podremos progresar en el diálogo interreligioso e intercultural, un diálogo que hoy es más necesario que nunca: un diálogo auténtico, respetuoso de las diferencias, valiente, paciente y perseverante, que saca su fuerza de la oración y que se alimenta de la esperanza que habita a todos los que creen en Dios y que ponen su confianza en Él», indicó.

«Todas nuestras respectivas tradiciones religiosas insisten en el carácter sagrado de la vida y en la dignidad de la persona humana», dijo por último e medio del ambiente de cordialidad que acompañó al encuentro.

«Creemos que Dios bendecirá nuestras iniciativas si contribuyen al bien de todos sus hijos y si les ayudan a respetarse mutuamente, en una fraternidad de dimensión mundial», concluyó.

En la evangelización no hay «solistas», aclara el Papa
Todos tienen tareas en el «campo del Señor»

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 31 enero 2007 (ZENIT.org).- En la evangelización no hay solistas, sino que todos, desde el Papa hasta el último laico, tienen una tarea precisa en el «campo del Señor», explicó este miércoles Benedicto XVI.

Dedicó la audiencia general a presentar las figuras de tres de los colaboradores del apóstol Pablo --Bernabé, Silas y Apolo--, en sus aventuras evangelizadoras entre las primeras comunidades cristianas.

Al ilustrar el apoyo que los tres prestaron al apóstol de las gentes, el obispo de Roma constató: «Pablo no actúa como un "solista", como un individuo aislado, sino junto con estos colaboradores en el "nosotros" de la Iglesia».

Para Pablo, dijo a los más de seis mil peregrinos que le escuchaban, no hay un «yo» sino el «nosotros» de la Iglesia, el «nosotros» de la fe apostólica.

«Cada uno tiene una tarea diferenciada en el campo del Señor», consideró, citando la primera carta de Pablo a los Corintios (3, 6-9): «Yo planté, Apolo regó; mas fue Dios quien dio el crecimiento... ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificación de Dios».

«En esta misión evangelizadora original», explicó el Papa, Bernabé, Silas y Apolo «encontraron el sentido de su vida y de este modo se nos presentan como modelos luminosos de desinterés y generosidad».

«Esto es válido también hoy para todos --aclaró en el Aula Pablo VI--, ya sea para el Papa, como para los cardenales, los obispos, los sacerdotes y los laicos».

«Todos somos humildes ministros de Jesús. Servimos al Evangelio en la medida en que podemos, según nuestros dones, y pedimos a Dios que Él haga crecer hoy su Evangelio, su Iglesia».
ZS07013105

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El Papa denuncia que para los cristianos es difícil sobrevivir en Oriente Medio


CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 1 febrero 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI denunció este jueves que en estos momentos en Oriente Medio se ha hecho difícil la supervivencia para los cristianos.

Así lo constató al recibir en audiencia a los miembros de la Comisión conjunta internacional para el diálogo teológico con las Iglesias ortodoxas orientales.

Tras recordar que algunas de estas siete iglesias tienen su sede en países de Oriente Medio, el obispo de Roma constató que «la difícil situación que los individuos y las comunidades cristianas afrontan en el área es motivo de profunda preocupación para todos nosotros».

«De hecho -denunció--, a las minorías cristianas les resulta difícil sobrevivir en medio de este panorama geopolítico inestable, y a menudo se sienten tentadas a emigrar».

«En esas circunstancias --aclaró el Santo Padre--, los cristianos de todas las tradiciones y comunidades de Oriente Medio están llamados a ser valientes y decididos con el poder del Espíritu Santo».

El obispo de Roma deseó que «la intercesión y el ejemplo de los muchos mártires y santos, que dieron un valiente testimonio de Cristo en esas tierras, sostenga y fortalezca a las comunidades cristianas en su fe».
ZS07020106

Cumbre en el Vaticano para superar la separación de Iglesias de hace 1500 años
Encuentro con las Iglesias ortodoxas orientales

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 31 enero 2007 (ZENIT.org).- Representantes de Iglesias ortodoxas orientales han venido a Roma para seguir dando pasos hacia la superación de una separación que tuvo lugar hace más de 1500 años.

Participan a la reunión anual de la «Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales», que se celebra del 30 de enero al 3 de febrero de 2007.

La reunión tiene lugar bajo la presidencia del cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y del metropolita Anba Bishoy, de la Iglesia copta ortodoxa.

Las dos delegaciones, la católica y la ortodoxa, cuentan cada una con catorce miembros.

La delegación ortodoxa está formada por los representantes de las siete Iglesias locales, que componen la «familia» de las Iglesias orientales ortodoxas: la Iglesia copta ortodoxa, la Iglesia siro-ortodoxa, la Iglesia Armenia apostólica, la Iglesia ortodoxa de Etiopía, la Iglesia ortodoxa de Eritrea, y la Iglesia ortodoxa siro-malankar.

La delegación católica incluye a representantes de la tradición latina y de diferentes tradiciones orientales católicas, entre otras, de las Iglesias copta católica, siro-católica, armenio-católica, maronita, siro-malaba y etíope).

Desde su creación, en 2003, esta Comisión ha concentrado su estudio en cuestiones que afectan a la eclesiología, sobre todo a las estructuras de comunión y al ejercicio del ministerio apostólico en la Iglesia.

Las Antiguas Iglesias de Oriente (llamadas también ortodoxas) se separaron tanto de Roma como de las Iglesias ortodoxas de Bizancio en el Concilio de Calcedonia (año 451).

Al quedar fuera de la influencia del Imperio Romano, desarrollaron sus propias tradiciones en aspectos teológicos y eclesiásticos.

Los miembros de la Comisión serán recibidos por el Papa Benedicto XVI este jueves en una audiencia particular.
ZS07013101

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