lunes, octubre 04, 2010

Excomulgados


Una pena que nuestra corte suprema no piense en el bien supremo sino en el bien de su bolsillo. Haber perdido la herencia de Lucom es una tragedia que tal vez nunca pueda ser medida. Que de una oficina de abogados han enviado a los magistrados de la honorable Corte la sentencia en el caso Lucom. Veré si coincide con lo que firman Mitchell, Ortega y Cigarruista.

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