lunes, marzo 29, 2010

Hoy nos dicen que falló la integración


No hay que tener cuatro dedos de frente para saber porqué fracasó la inclusión. Si ya los estudiantes regulares son un reto para los maestros y profesores que se afanan por enseñarles (y hasta para los que no), ¿se imaginan encima intentar comunicarse con un niño que no habla y no oye en medio de 40 chiquillos malportados? Solamente hay que ponerse en los zapatos de los profesores. Yo critico mucho la actuación de los educadores con sus huelgas, pero hay que aceptar que lo que se les solicitaba académicamente era espantoso. ¿Cómo funcionaría la integración? Bueno, con las materias culturales. Integrarlos de pronto a educación física, folklore, artes manuales. Me imagino que todos han visto esas películas donde había internados de chicas e internados de chicos. Toda la vida ha sido una necesidad que mujeres y hombres se conozcan y casen. Pues bien, se hacen bailes para que alumnos de una y otra escuela se conozcan. Elemental mi querido Watson. Le quitas el elemento más retador por una clase más relajada.

Yo creo que no tenían los objetivos claros. Con integración lo que se quiere lograr es que el resto de la población no rechace a las personas con discapacidad, conozcan cuáles son sus retos y sean más empáticos y compasivos. Eso no se logra compitiendo por la atención del profesor. Y tampoco todos los autistas son genios. Tengo la seguridad que han leído una historia que circula por la internet acerca de un niño especial al que invitaron a un partido de fútbol y anotó el gol de la victoria. La integración y compasión de los demás chicos no se logró en el salón de clases, sino relajados, corriendo tras un balón. Eso es integración.

Ah! Y por cierto, es espantoso intentar llevar una silla de ruedas por nuestras aceras. No quiero ni imaginarlo. Quien está en silla de ruedas, más le vale que tenga carro o no sale ni a la esquina o destrampa la silla en el intento.

Fracasó la inclusión
Un estudio del Ministerio de Educación reveló que la inclusión masiva, uno de los componentes del programa insignia del gobierno de Martín Torrijos que abanderó la primera dama, Vivian de Torrijos, fracasó. La investigación realizada en octubre de 2009 por el Departamento de Inclusión del MEDUCA precisó que 1,377 niños con discapacidad abandonaron el sistema regular de enseñanza.El gobierno de Martín Torrijos impulsó la inclusión masiva de niños discapacitados en el sistema regular de enseñanza entre el 2006 y el 2008. La iniciativa era buena, pero se falló en el proceso para ponerla en marcha. Como causas del fracaso se señalan la falta de capacitación a los docentes regulares y que los niños con discapacidad no tuvieron las herramientas básicas para aprender. Los docentes regulares no fueron capacitados para atender niños que requerían una atención adicional. Los niños con discapacidad fueron incluidos en el programa regular sin estar debidamente equipados. Por ejemplo, algunos que tenían pérdida auditiva no dominaban el lenguaje de señas y sus maestros tampoco. Ahora el problema es el tiempo perdido. La directora del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), Itzel de Gillbauth, explica que la institución está en el proceso de retomar los servicios que antes prestaban. Añade que muchos de sus técnicos y docentes ahora desempeñan funciones en escuelas del MEDUCA y los espacios que antes eran de atención, el gobierno pasado los convirtió en oficinas.Viana de Yao, ex subdirectora del IPHE, evalúa la iniciativa: "la intención fue buena, pero no cumplimos los procesos científicos, nos saltamos pasos, el error fue haber enviado a los estudiantes especiales al sistema regular sin tomar en cuenta la complejidad de la discapacidad en cada caso individual. Las maestras tuvieron que atender discapacidades para las cuales no estaban especializadas" (La Prensa)

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