domingo, mayo 23, 2010

Extracción de arena continental


La zozobra de San Martín

El contrato de concesión tiene nueve años; el mismo tiempo que los residentes de San Martín llevan rechazando la actividad de extracción.
EXPLOTACIÓN. De las 500 hectáreas concesionadas a Gethsa Internacional por 10 años, en 2001, hasta la fecha han extraído material en un poco más de una hectárea, según cálculos de los residentes de San Martín. LA PRENSA/Carlos Lemos1380306
JOSÉ ARCIA
jarcia@prensa.com

En los patios de las casas y en la orilla de la calle, unas pancartas avisan a los transeúntes sobre el malestar que hay entre los residentes del corregimiento de San Martín por la extracción de arena continental.

Son varias las pancartas que se han colocado para rechazar la actividad: “no a la extracción de arena” y “no a la destrucción de los ríos” se lee. Una lucha que surgió desde el primer momento que el Estado y la empresa Gethsa Internacional firmaron el contrato de concesión para la extracción de arena continental en una zona de 500 hectáreas.

Han pasado nueve años, de los diez que debe durar el contrato, y los residentes de San Martín no callan su voz en contra de la actividad. Las primeras quejas estaban relacionadas con la extracción en un área a menos de 500 metros de distancia a la carretera y del tanque de agua del acueducto. Además, se quejaban de que se descargaba lodo y sedimentos en las riberas del río Pacora.

Como todo ello estaba prohibido en el contrato, la empresa tuvo que enfrentar, en su momento, procesos administrativos.

Ahora, las consecuencias de la explotación se viven directamente en las casas de los residentes de Carriazo, en La Mesa de San Martín. Cada año las extracciones del material se acercan más a la toma de agua del acueducto de la comunidad, de la que se abastecen un poco más de 100 residencias y en las que viven unas 500 personas, de acuerdo con Rogelio Vega, administrador del acueducto y residente de la zona.

Vega narró que los trabajos de extracción de arena durante el verano de este año llegaron a 50 metros de distancia a la quebrada del acueducto y a unos 200 metros de donde está la toma de agua. La preocupación de los residentes es que los trabajos de extracción terminen por secar la quebrada.

Nicolás Bedoya sufre ya las consecuencias. Una pequeña quebrada que pasaba por su finca, este año se secó como consecuencia de las excavaciones que realizó la empresa donde estaba el ojo de agua.

Para subsanar la falta de agua para el ganado, Bedoya construyó unas tinas que tendrá que llenar con agua potable del acueducto, dijo.

Un servicio que, ahora, es irregular. Vargas contó que hay familias que se quedan hasta 20 días sin el líquido.

Vega se quejó de la forma como se afecta a una comunidad que había resuelto de forma independiente el problema de agua que padecen tantas comunidades del país. Eso es algo que debía ver el Gobierno, dijo.

El representante de San Martín, Elias Vigil, comentó que el acueducto tendrá que ser reubicado, a pesar de los 46 mil 500 dólares aprobados por el Programa de Desarrollo Comunitario para la Infraestructura Pública para su mejora. Los trabajos no han empezado.

La Autoridad Nacional del Ambiente informó que el pasado miércoles realizaron una inspección a la zona, pero que el funcionario que hizo la diligencia fue enviado a una misión a Darién y por lo tanto no podrían dar mayor información.

La Dirección de Recursos Minerales del Ministerio de Comercio e Industrias salió en defensa de Gethsa Internacional. Informó que la concesión está vigente y que la empresa opera bajo las condiciones del contrato.

Se trató de contactar a la empresa, pero los números que aparecen en la guía telefónica están desconectados.

La cuota ecológica de un río

La extracción de material pétreo en el sector este del distrito de Panamá afecta desde hace más de 40 años unas de las principales fuentes de agua del municipio: el río Pacora. Un informe de la Autoridad Nacional del Ambiente, de junio de 2008, señala que estas actividades han ocasionado “un serio problema” en el curso medio y bajo del río.

El lecho natural y las riberas del río sufren un serio proceso de sobre extracción de arena y piedra, agravado por la forma desordenada en que se realiza, señala el documento. El río Pacora y las tierras adyacentes a su cauce excedieron su cuota ecológica en beneficio de la industria de la construcción, señala el informe. El documento sugiere la suspensión de las actividades mineras no metálicas en la zona.

El Ministerio de Comercio e Industrias ha suspendido en dos ocasiones –entre enero y mayo del año pasado– las actividades de Gethsa Internacional autorizadas por la pasada administración gubernamental. Sin embargo, la compañía tiene el aval de las nuevas autoridades. Para María Eugenia Gerbaud, defensora del río Pacora, es claro que el mayor enemigo del río son los políticos. Gerbaud se presentó el pasado miércoles 12 de mayo a la Presidencia, cuando se realizó la consulta ciudadana entre la sociedad civil y el Ejecutivo, para manifestar su preocupación por las extracciones de mineral en el río Pacora, y espera una respuesta.

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