sábado, diciembre 01, 2007

Cata del Beaujolais Nouveau


Esto fue el miércoles en la noche y mis notas no serían mucho mejores así que aquí les incluyo lo que me envió el anfitrión...

Anoche, en entorno privado, nos dimos cita un pequeño grupo de amigos y entusiastas por el vino, para probar el Beaujolais Nouveau '07 de Georges Dubœuf. Comparto con ustedes nuestras notas de cata para su interés.

Había mucho entusiasmo en el ambiente, para comenzar y éramos cinco junto al fuego.

Servimos el vino y anotamos su vibrante color rubí, ligero y joven, de mucha claridad y algo de brillo. Lo llevamos a la nariz y "J" comentó muy acertadamente que, dejando de lado toda crítica y argumento que este vino genera, al aproximarte a él, es indiscutible la sensación de que estas ante un vino francés. Esta sensación es tal vez generada por el hecho de que la uva que lo produce es muy distinta y única. Pero la sensación de que 'el francés está en el aire' es una de las primeras sensaciones que anotamos al apreciar el BN. El bouquet es vivaz, no agresivo ni tímido, con aroma floral, pero un floral distinto, que no es el típico potpurri, ni lavanda, ni lila (tal vez un poquito de esta última). Sobre éste, anotamos sensaciones a jazmín, cerezo, cereza confitada, algodón de azúcar y una fruta: nectarina. "J" anotó un olor a cereza madura (o sobremadurada). Al llevarlo a la boca, mostró una entrada ligera pero con muy buena transición. Su potencial se desarrolló con más intensidad desde el paladar medio hacia el final, pero con evolución no muy redonda ni consecutiva. Sabores, denuevo, a cerezas rojas y oscuras, con un posgusto acido-amargo (tart). En resumen, ligero, llano, hueco, con un paladar medio dificil de dominar y una transición muy poco redonda o refinada.

Servimos pavo con gravy y hongos rellenos para acompañar y observar. Definitivamente que la comida domó los tonos fuertes del vino y le dió mucho más sentido y orden. En conclusión sobre nuestra experiencia con el Beaujolais Nouveau de 2007, es un vino que inspiró conversaciones y análisis interesantes sobre su origen, su uva, su fenomenal mercadeo, sus características jóvenes en color, olor y desempeño en el paladar. Mis notas sobre este vino en 2006 no son tan completas como estas, pero sí recuerdo haber recibido un mejor beneficio. Hay quienes comentan que 2005 superó incluso a 2006, lo cual tampoco es de extrañar, dado que en general, 2005 es el "año de oro", al menos aparentemente, para los vinos producidos en Francia, particularmente Bordeaux. Es curioso que ante mis expectativas tan bajas sobre este vino, el mismo superó las mismas, y eso brinda una agradable sensación de beneficio. Mi puntaje personal para este vino en mi cellartracker y cork'd: 84.

Continuamos la velada con un Dubakella Pinot Noir 2004 de Trinity County, California. Encontramos un rojo intenso y opaco, con trazas chocolatosas hacia los bordes. Opaco se refiere a su poca habilidad de dejar pasar luz a través, o a su ausencia de brillo, mas no es un vino oscuro. En color, muy típico Pinot Noir o borgoñez. "J" y "S" anotaron un intenso bouquet a cuero. "Co" y yo no pudimos encontrar el cuero entre sus aromas, pero en algo coincidimos los cinco: vainilla. Muy agradable perfume de vainilla. Muy agradable y entretenido en el paladar, pero muy atípico como Pinot Noir californiano. Esto nos hizo acudir a google, o más bien al website del productor ( www.dubakella.com) para descubrir que Trinity County es un lugar limítrofe con el estado de Oregon. Esto tal vez explica el perfil de este Pinot, un tanto tangente al concepto común de Pinot californiano, con valores agregados, atípico del área pero que sí conserva su ADN y su caracter borgoñez. Encontramos una bella transición, con buena integración de taninos sutiles y buena fruta. Predominaba el sabor a vainilla, pero coincidimos en encontrar un final sutilmente cítrico, como a naranja ágria o naranjilla. "Co" anotó higos. Yo no se los encontré, pero acabo de leer en notas de otras personas tal característica. Buena compañía para el pavo y los hongos. 87 puntos de este humilde mensajero.

La última oferta de la noche fue el 2004 Peachy Canyon Zinfandel Old School House, de Paso Robles. Don "J" lo probó y se retacó, que no probaba más, a menos de que le pusieran pizza por delante. Simultáneamente el milagro se hizo, y salieron del horno mis pizzas gourmet, con bacon y langostinos, y un toque de pesto, ajo, queso azul y mozzarella. El vino, de un rojo intenso y oscuro, estuvo en decanter grande por al menos dos horas, y se mostraba agresivo en sus aromas a frutas mediterráneas, taffy y melcocha. Amelcochado definitivamente, con gran personalidad; sabores a chocolate con cáscara de naranja y café. Viscoso, amplio, oscuro, afrutado, con recursos y complejidad. Un vino para ponderar y meditar. Sin embargo, también un poco rudo en la transición; un poco deficiente en su integración, me parece a mi. Nada que mi pizza killer no pudiera domar, y por si las moscas, aun había pavo, y un último hongo relleno que me comí yo. 90 puntos de mi parte (89+). Precio elevado, no el mejor QPR en mi opinión.

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